Cuando yo aún era una inocente jovencita ( hace 4 añitos ) y hacía vida social con mis vecinos (perfectísimos matrimonios casados con hijos), había uno de ellos divinamente casadito pero yo siempre tenía la extraña sensación de que en cualquier momento me iba a saltar encima.
Claro, que yo entonces era una tierna e inocente criatura separada ya desde hacía tres años y para mí ese tipo de cosas en un perfecto marido como él con una vida social impecable, no era posible.
Una tarde de un sábado de verano estaba yo tomando el sol en mi jardín, cuando llamaron a la puerta y era él. Yo pensé que vendría para llevarse a mi hijo con los demás niños a la piscina, así que cuando le dije que estaba sola y entonces no salía me preguntó si podía entrar en mi casa. Le hubiera dicho que no porque yo estaba tranquilamente leyéndome un libro, pero de pequeña me enseñaron que eso no se hacía, así que nos sentamos en el salón de mi casa.
Estuvo hablando aproximadamente cuatro ó cinco horas hasta que volvieron a llamar a la puerta. En este caso eran el resto de matrimonios vecinales, con caras de desesperación porque llevaban todo ese tiempo buscándole, habían llamado al 112 y se les había ocurrido ir por todas las casas para ver si había alguna persona que supiera álgo, yo tranquilamente les dije que estaba en mi casa y desde entonces creo que empezaron a mirarME de otra manera, a día de hoy todavía no lo he llegado a entender.
Llegó el día de mi cumpleaños y entonces él me dijo que me iba a hacer un regalo “especial”
Llegó el día de mi cumpleaños y entonces él me dijo que me iba a hacer un regalo “especial”
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