18 octubre 2006

Mi vecino ( II )


La mañana de mi cumpleaños, él me llamó, me dijo que vendría a buscarme y que solo necesitaría una bolsita con un bikini para hacerme mi regalo.

Consiguió intrigarme, así que acepté, pensando que al tratarse de un regalo tan especial como él me había dicho hacía unos días y necesitando tan solo un bikini, el regalo sería un viaje a una playa del Caribe con todos los gastos pagados y una maleta llena de ropa.

Me recogió con su coche y no me llevó al aeropuerto, sino a unos baños árabes donde me di cuenta de que el regalo no era para mí, sino para los dos porque él entró también conmigo. Cuando salí del vestuario de chicas, él estaba en el agua con un bañador totalmente distinto al que solía llevar en la piscina de la comunidad, ahora supongo que lo que intentaba era resultarme.... Sexy??. Nos metimos en el agua, él nunca dejaba de hablar, así que yo mientras tanto miraba a mi alrededor porque prácticamente no había nadie, hasta que pude ver cerca de nosotros a una pareja de chicas que estaban besándose en una esquina de la piscina, eran guapísimas... El agua estaba caliente... Había mucho vapor...El empezó a ponerse cada vez más cerca de mí, cuando apareció una chica con una batita blanca cortita diciéndonos que era nuestro turno para el masaje.

Entramos en un cuartito donde había dos chicas con batitas, yo no hacía más que mirar a la que había ido a buscarnos, era de lo más excitante, con rasgos asiáticos, así que la pregunté si era ella la que iba a darme el masaje a mí, con una risita me dijo que sí y que por favor me quitara la parte de arriba del bikini y me tumbara boca abajo en la camilla, en esos momentos ni siquiera me acordaba de que mi vecino estaba en la misma habitación que yo, así que hice lo que me había pedido.
Cuando terminaron el masaje salimos y nos volvimos a meter en otra de las piscinas, supongo que entre el masaje y las chicas que se besaban a nuestro lado, me dejé llevar cuando él efectivamente se tiró encima de mí .... Nunca me había gustado mi vecino, ni siquiera pensé que realmente mi percepción fuera real, pero en ese momento me di cuenta de que era un auténtico tiburón y que estaba muy acostumbrado a hacer ese tipo de cosas...

9 comentarios:

Nina dijo...

Sí, sí, si en principio no está mal. Pero la diferencia es que cuando te regalan unos calcetines y se te rompen, te aprietan, o bien te cansas de ellos, es mucho más fácil tirarlos a la basura o regalárselos a otra persona.

Anónimo dijo...

Y aparte de ser un tiburón, pudiste deshacerte del vecino, o era preferible no hacerlo?

Nina dijo...
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Incompleta dijo...

¡¡¡La cantidad de juego que da una comunidad de vecinos!!!!.
Espero quedarme pronto sin sal o pimienta, tener tu misma suerte y acabar en un baño árabe.

Nina dijo...

elvira:
Si te cuento el final, ya no tendría qué escribir para unos días... ;o) Pero bueno... Sigue siendo mi vecino.

Comentario suprimido:
Espero tus otros comentarios, no entendí por qué suprimiste éste, me dejó muy intrigada lo que habías escrito...

incompleta:
Ufff !! Sí que da juego, sí. Lo peor son los finales, los principios siempre son cuanto menos excitantes

Vade Retro dijo...

El vecino tuvo suerte de la presencia de las musas inspiradoras sumergidas en la piscina y que tuvieras feeling con la del masaje...en otras circunstancias dudo que la historia hubiera tenido un mismo final.
Gracias por tu visita eres muy bienvenida.

Nina dijo...

vade retro:
En ese momento hizo mucho más el ambiente que la presencia de mi vecino, seguramente yo hubiera preferido haber estado entre cualquiera de las cuatro chicas que compartían las instalaciones con nosotros antes que con él... Peeroo fue él quien se me lanzó y no ellas...

Vade Retro dijo...

Las mujeres nos lo pensamos un poco más, bueno algunas ;-)

Nina dijo...

vade retro:
Las mujeres solemos pensar siempre más todo.